Feliz año queridísimo blog

Hola. Soy Diego, estoy un poco ebrio, y este es el cumpleaños de Analfabestia. Realmente, esto del blog trascendió más allá de sus textos. Es un espacio que leen pocos y comentan menos. Si nos remontamos a los principios, podemos ver nuestra evolución. Cómo escribíamos, cómo nos expresábamos, qué nos interesaba. Sin querer, descubrí a esa persona especial. Más allá de cómo me hayan salido las cosas con ella, cambié mi visión del mundo. Realmente muchas de las cosas en que creía se fueron por tierra, para ser suplantadas por otras.

Estoy seguro de que maduré; no soy quién para decirlo, pero noto cierta evolución. Capaz que estoy equivocado en pensar eso, pero mis intereses cambiaron, y mi manera de interpretar las cosas lo hizo a la par. Descubrí que siempre se puede estar un poquito peor y que aunque no llegue a tener lo mejor, sé dónde conformarme.

Al mirar el archivo de este blog, uno puede tener una idea de cómo fueron nuestros años, al menos a grandes rasgos. Más -hacia finales- del de Santiago que del mío. Cómo dejamos de escribir cosas que intentaban ser graciosas para dar rienda suelta a nuestro sentir, y decir que amábamos a quien amábamos, que nos hacía mierda quien nos hacía mierda, y que ésas podían ser las mismas personas. Le pese a quien le pese, no somos los mismos. ¿Cómo podríamos? -me pregunto- ¿Cómo ser esas mismas personitas que eramos en ese 25 de Diciembre de 2005? La respuesta que encuentro me reconforta: siento que algo se aprendió, que nos hicimos un muchito más viejos, y que ya resolvimos algunos problemas que para otros son catástrofes. Y no sólo para otros, sino también para nosotros en algún momento.

Tengo cosas para agradecerte y otras para reprocharte, mi querido amigo. Ha sido difícil, pero llegamos vivos al cumpleaños del blog, y hasta tenemos perspectiva de hacerlo para el que viene. Eso, en mi humilde opinión, es lo que importa. Ya tendremos esas hermosas remeras, y ahí se irá absolutamente todo al carajo.

A vos, muchacha ojos de papel, te tengo que hablar. Cambiamos. Vos y yo. Crecimos juntos, aunque haya sido a las patadas, llantos y golpes. Contigo volví a llorar. Volví a sentir de manera intensa, a sentirme completamente en algo. Cambió mi visión de la mayoría de las cosas. De a poco, contigo, aprendí a mirar más hacia lo profundo de las cosas, practiqué el ponerme en perspectiva, y quiénsabecuántas cosas más. De tus cambios, sólo podrás hablar vos. Te escucharé atento. El dolor que pasamos lo podremos recordar en brazos del otro, donde sea más fácil llorar. Frente a un monitor se hace aun más triste de lo que es.

A vos, chiquilla que posee mi pañuelo, no tengo mucho que decirte. Gracias por muchas cosas, perdón por otras. No quiero dedicarte párrafos y párrafos que merecés, por el simple hecho de que no los leerás. En persona, y en breve, te diré cuánto te estimo.

A vos, muchacha que sabe el "inglés práctico", no corresponde que yo te diga nada. Pasé mucho tiempo diciendote cosas feas, pero en el fondo y tal vez más cerca de la superficie, te aprecio. Sé que vos también a mí. No me corresponde hablar mucho más que ésto.

Bruno, que sos simplemente un grande: estás hecho. Lo otro vendrá eventualmente.

Mauro, que nos comentaste una vez: Sos un groso, pero no hay texto para vos porque no es tu ambiente. Que no decaiga, que el 2006 se termina. Fuerza chabón.



Me quedaron un montón de cosas en el tintero. Me quedaron un montón de cosas sin decir, sin expresar, o sin poder diagramar en mi cabeza. Espero que, cara a cara con ustedes, pueda dilucidar y expresarme. En algún momento, cuando me vuelva la chispa, volveré a escribir algo cómico para este blog. Los diferentes cambios de diseño, la correción ortográfica que hago a veces, y todos esos pequeños detalles que no se notan mucho, espero den cuenta de la atención que le presto al blog.

Porque fue mi primer espacio en serio en la internet:
¡Feliz cumple Analfabestia!

Diego, 25 de diciembre de 2006