Desde hace no más de una semana he comenzado a cambiar. Bueh, quizás “cambiar” no sea la palabra más apropiada. Digamos que estoy volviendo a ser yo mismo, el mismo de hace meses o años, realmente he perdido la cuenta de cuanto hace que no soy yo.
He crecido y madurado en todo este tiempo, he vivido cosas que guardaré bien adentro de mi y al recordarlas brotará una sonrisa desprevenida, he sufrido mucho, como también me he alegrado. He amado de la forma más pura he inocente y un amor así jamás se desvanecerá del todo.
Pero al igual que toda etapa de la vida, tiene un fin. La burbuja se ha pinchado y la realidad llega como despertándonos de un sueño. Pero claro, ¿Quién no se despierta de mal humor? Igual así es bueno que la realidad llegue y nos despierte, que nos recuerde que existe el negro y el rojo aparte del blanco. Yo no quiero olvidar. El no saber es grave, pero el saber y querer olvidar lo es más. Viví más del tiempo debido en un sueño, actuando a merced de mis caprichos, olvidando todo compromiso, olvidando toda obligación. Fue bello, más que bello, hermoso, pero ahora que despierto veo acumuladas demasiadas cosas para hacer,
He dicho que maduré y crecí, y es que así lo siento. Estoy convencido que la realidad puede ser bella, más que bella, hermosa también. Que los problemas son solo problemas y al enfrentarse uno a ellos estos se vuelven realmente lo que son, tan solo problemas. Ahora sé que aferrarme al pasado no tiene sentido alguno, que vivir el presente vale mucho y pensar en el futuro lo vale más. Ahora sé reconocer la realidad de la fantasía, y darme cuenta que esta última adorna los hechos verdaderamente bellos.
Me alegra volver a ser yo mismo. ☺
3 comentarios:
La realidad, mi amigo, no es alegre. No es feliz, y ciertamente no es hermosa. Por eso las revoluciones, por eso el deseo de cambio, por eso el refugio en la fantasía. Un poco de fantasía no viene mal. Simplemente hay que saber equilibrarse.
Cada tanto hay dejar los miedos atrás y dejar que las cosas pasen. Ganás muchísimo más de lo que perdés.
Sí, esto es el fin para vos. Se cierra un capítulo completamente descolgado de lo que es libro de tu vida, ¿no?. Volvés a lo que eras. Volvés a tu yo. No vuelvas del todo. Comete lo que pasó, digerilo, y no dejes que este capítulo esté descolgado. Después de todo, cualquier buen escritor sabe que algo completamente descolgado puede ser obviado en la historia, que no van a generarle más que retrasos al lector y pueden ser obviados. No valen la pena. Y ya perdí mi hilo.
A vos, que de seguro leerás, te veo en unos meses. ¿Por qué habría de sufrir por alguien a quién no le importo? Las cosas empezarán de 1, porque el cero es imposible.
diego:
sos un pete pesimista.
Pero metete tu optimismo en el orto.No lo digo yo, lo dice la vida, eh
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