Cansado de buscar malas palabras en el diccionario de la real academia, decidí hacer algo productivo de mi vida, no este update por supuesto, sino adquirir nuevos conocimientos para deformarlos y luego mostrarlos a vuestros ojos.
Con ese fin cogí el tomo 4 del dicho diccionario y lo abrí en la página 590. Gracias a esta incursión por el conocimiento les puedo decir con toda certeza que elevadorista y ascensorista son sinónimos. Que élitro es cada una de las dos alas anteriores de los Ortópetros y Coleópteros, que están re duras y que se yuxtaponen para proteger al par de alas posteriores que son las que realmente meten huevo a la hora de volar. Y, para todo aquellos que tienen sueños húmedos con elfos, les cuento que están soñando con un espíritu del aire de la mitología escandinava y que el femenino de esta palabra no existe. Duro pero cierto.
Luego proseguí mi búsqueda de nuevos libros a los cuales acudir para llenar sus mentecillas y me choqué con Harry Potter 6, libro interesante, donde por cierto Dumbledore muere suplicándole a Snape que no lo mate, pero no quiero distraerme con bobadas... ¿Dónde están los libros con contenidos originales? ¿Qué habrá sido de aquellas moralejas que te sirven para toda la vida? ¿Es que ya no escriben nuevos clásicos literarios? ¿¿¿Dónde están las nuevas aventuras de TEO y su familia???
Por eso yo me declaro 100% a favor de las papeleras. Sino ¿Cómo desempeñarán los niños el papel de su vida? (*) ¿Se criarán tan solo de DiscoveryKids y Counter Strike? ¡No! Creemos libros y contaminemos lo que sea necesario. No por nada Finlandia, país que exporta papeleras, es poseedor de los mejores niveles educativos del mundo. Aparte, su ubicación geográfica sobre el Río Uruguay es una jugada totalmente estratégica que nos reduce la contaminación a un 50%, ya que la otra mitad la volcamos a nuestros hermanos Argentinos. De todo corazón, ¿Qué mas quieren pedir?. Ya se que todos nos sentimos como los malos de Capitán Planeta, pero no hay razón para histériquiarce, me he informado sobre el tema, y como supuse, las papeleras tan solo son, como dice mi gran amigo el mata burros, fábricas de papel.
Santiago.
(*) Perdonen el tonto juego de palabras.
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